viernes, 25 de abril de 2008

El discutido papel del bioetanol como alternativa energética

Publicado en el ABC de Sevilla, sección Ciencia y Futuro, el 24 de abril de 2008

Carlos Sebastián, consejero de Abengoa, defiende los biocombustibles como parte de la solución al calentamiento global

JAEL HERRERA
SEVILLA. La controversia de las energías alternativas se ha pasado de la energía nuclear a los biocombustibles, que han sido acusados de acabar con el agua y los bosques e incluso de provocar hambre.

Carlos Sebastián, investigador del Instituto Complutense de Análisis Económico (ICAE) y consejero de Abengoa Bioenergy, trató ayer en su conferencia en la Escuela de Energía y Cambio Climático de la Fundación Focus-Abengoa de dar una visión positiva de lo que su uso podría representar en la lucha contra el cambio climático.

Sebastián se definió como «un nuevo converso» en la lucha contra el calentamiento global, y «por tanto muy radical». En su opinión, hay que tener como objetivo acuciante la reducción «sustancial» de las emisiones de CO2 y otros Gases de Efecto Invernadero (GHG) y que es «fundamental» cambiar la demanda energética, para lo que es necesario convencer al usuario del coste de emitir GHG, y tachó de «irresponsables» a los políticos por no hacerlo así.

El papel de los biocombustibles

Aunque «ninguna energía renovable puede por si sola sustituir la energía fósil, varias pueden llegar a tener un papel significativo». Sebastián hizo suyas las estimaciones de Steve Koonen, científico jefe de BP, que afirmó que los «biocombustibles podrán suministrar el 30% de la demanda global de combustibles líquidos de una forma ambientalmente responsable y sin afectar a la producción de alimentos».

El secreto de la mejora de la eficiencia energética y la reducción de la emisión de GHG (hasta un 74%) de estos materiales radica en los biocombustibles de segunda generación, como el etanol celulósico, producidos a partir de la biomasa. Matizó que en un «horizonte próximo de dos o tres años» existirán plantas híbridas que cada vez incorporen mayor cantidad de productos de segunda generación, y por tanto que reduzcan cada vez más las emisiones.

La industria de la negación

Carlos Sebastián afirmó que la «campaña contra los biocarburantes» que se está llevando a nivel mundial se asemeja a «la industria de la negación» que rechazaba la existencia del cambio climático.

El economista aceptó que hay que «cumplir los requisitos de sostenibilidad», aunque hizo hincapié en que no se le exige los mismo a los hidrocarburos. En cambio, trató de desmentir las acusaciones que van desde una supuesta baja eficiencia energética hasta la acusación de «que su uso es un crimen contra la humanidad».

Planteó que la subida de los precios de los alimentos vienen del «estancamiento de la producción» y del aumento de la demanda «por otros factores», y que sólo sería relevante de aumentar mucho el consumo de etanol. Desvinculó los biocombustibles de la destrucción de los acuíferos y la deforestación y consideró que la elevación de los precios agrícolas «es una oportunidad para los países rurales, que no se aprovecha por causas políticas». Aseguró también que la explotación rural en países subdesarrollados es «un reflejo de su atraso institucional» y no está causada por esta producción.

El riesgo está, afirmó, en que está campaña tenga éxito durante el suficiente tiempo como para que «se desaproveche esta oportunidad».

Despiece: El mito del mercado europeo de electricidad

La creación de una moneda única y la formación del mercado europeo de electricidad tienen muchas similitudes. Pero mientras en el proceso de creación del euro los actores «atendieron al bienestar de las generaciones futuras y acertaron», en el proceso energético predomina «una visión miope en la que todos tienen miedo a la integración», según Paulina Beato, consejera de Repsol YPF.

En su conferencia dentro de las mismas jornadas sobre energias alternativas, la economista trató de convencer de la necesidad de llegar a la integración del mercado europeo de electricidad y analizó las dificultades que hacen que actualmente parezca irrealizable. Para Beato, las directivas desarrolladas hasta la fecha han sido insuficientes, y el tercer paquete de liberación necesita «un aire más funcional y decidido».

Otro de los problemas que planteó fue una regulación de competencia débil y «quizá mal orientada», con una o dos empresas muy preeminentes en cada mercado nacional, y un gran número de fusiones y adquisiciones. Los mercados de control corporativo y las empresas públicas son la tercera de las trabas, ya que se ha generado un sector eléctrico dominado por empresas públicas, donde «casi todos buscan tomar posiciones monopolistas». Además, las diferencias en las políticas europeas de cambio climático «complican más el panorama».

jueves, 24 de abril de 2008

El caso Jane Eyre


Entre mis más recientes adquisiciones se encuentra El caso Jane Eyre (The Eyre affair), de Jasper Fforde. La verdad es que nunca había oído hablar de él, pero vi su tercera parte pidiendo amor desde una estantería… y decidí comprar la primera.

Pese a que está en la colección Nova, no es un libro de ciencia ficción, aunque tiene viajes en el tiempo, saltos de realidad o clonaciones; no es fantasía, aunque tiene vampiros (y un cazavampiros llamado Spike) y hombres lobos: es además una ucronía, porque la Guerra de Crimea no ha terminado después de más de 130 años; y es un libro de humor, porque todas sus páginas están plagadas de chistes, juegos de palabras y referencias (unas más difíciles de entender que otras).

En la historia, Inglaterra está gobernada desde las sombras por la Corporación Goliath (una compañía que ayudó a reconstruir el país y la economía tras la Segunda Guerra, con representantes en todos los ámbitos y que no responde legalmente ante nadie por decreto), lo cual parece una no muy sutil crítica política al control que tienen sobre el gobierno (sobre todos los gobiernos) las empresas poderosas.

La literatura es como una religión para la gente en esta realidad. Si el surrealismo estropea el arte es un tema de discusión violenta, como un Barça-Madrid. La gente visita las casas de los escritores como verdaderos templos, y cuando algo le pasa a un libro el presidente se pone en alerta. Los baconianos son sus testigos de Jehová, que van de puerta en puerta tratando de convencer de que Francis Bacon escribió las obras de Shakespeare (claro que no es la única teoría). La gente se cambia masivamente el nombre por el de famosos escritores…

Es tanta la pasión por las letras que la policía tiene una unidad especial contra los crímenes literarios, y es allí precisamente donde trabaja la protagonista, Thursday Next, cuyo trabajo habitual consiste en vigilar manuscritos y controlar que no se vendan falsificaciones. Pero de repente, se ve envuelta en un complicado caso que incluye muertes y secuestros. Su vida da una vuelta y se ve obliga a volver a casa y a enfrentarse con su pasado.

El resto os lo dejo a vosotros, yo de momento ya tengo la segunda parte, Perdida en un buen libro, esperándome.

Nota: Si tenéis intención de leer Jane Eyre, leedlo antes, porque os lo van a contar entero.

domingo, 20 de abril de 2008

3 meses y medio: vuelven las cabras


Ha pasado mucho tiempo desde que, sin decir palabra, abandoné este blog.

El motivo: la asignatura para la que lo empecé está aprobada y mi falta de tiempo era importante. Pero la verdad es que me da pena dejar a mis cabras bonitas y he decidido volver con ellas. ¿La frecuencia con la que postearé? No se sabe. ¿Los temas? Los de siempre, nada personal (o casi) y muchas frikadas, y los textos que publico en el ABC (por conservarlos y por si a alguien que no es de Sevilla le pudiera interesar mi prosa economítica).

Gracias a los que habéis seguido entrando y a los que os habéis interesado por la suerte de mis cabras. Os balamos con mucho amor y volvemos por vosotros.

P.S. Subiré los artículos antiguos del ABC poco a poco, pero los de las ruedas de prensa mejor no, ¿no?