sábado, 10 de mayo de 2008

Sandman, una obra maestra

Y cuando me duermo
Los objetos en mi casa se me acercan despacio
Y susurran nombres secretos
Los nombres que suelen esconder
Y cuando me despierto
Trato de escribirlos
Pero los nombres verdaderos son como la arena
se deshacen en mis manos


Dije una vez que no sería objetiva con Gaiman. Pero cuando leí Sandman aún lo era, y me convenció para dejar de serlo. El se convirtió en dios y yo en su cabra adoradora, sin remedio.

*puede tener spoilers*

Sandman viola todas las reglas sobre como hacer famoso a un personaje en una industria dominada por los superhéroes. En vez de combatir criminales o salvar vidas, su única ocupación es mantener “El sueño”, que es el infinito y siempre cambiante país imaginario que visitamos cada noche al dormir. En lugar de ser musculoso y colorista, es delgado, pálido, sin sentido del humor y perpetuamente vestido de negro. No tiene una identidad secreta para esconder la suya, sino que prefiere evitar a la gente. Y en vez de luchar por su vida contra monstruos y científicos locos, él tiene que poner su mente a prueba.

Para que sea aún más difícil identificarse con él para el lector, Sandman ni siquiera es humano. Es un miembro de los Eternos, una familia de personificaciones antropomórficas de fuerzas universales como Destino (el cuidador ciego de un libro que contiene todos los hechos del presente, pasado y futuro), Deseo (sexy y andrógeno), y Muerte (una chica tan atractiva que casi buscarías verla). Se llaman los Eternos porque, como proyecciones de las ideas fundamentales, son inmortales.

Hay muchos otros personajes en Sandman. Durante las series conocemos figuras míticas como Lucifer, Kali y Orfeo; figuras históricas como César Augusto, Marco Polo o un John Belushi avejentado; extraños personajes como un librero que cuida libros que han sido soñados pero nunca escritos, una mujer que cuida la casa con el fantasma del hombre que la dejó embarazada, una pesadilla que usa sus ojos llenos de dientes para arrancar los globos oculares de sus víctimas; y montones más venidos de nuestro subconsciente. Pero la verdadera estrella de la serie no es Sueño o nadie del reparto, es Gaiman, brillante en su escritura e imaginería, que crea un intrincado metamito alrededor del mito de Sueño.

Al leer Sandman estamos invitados a una convención anual de asesinos en serie, a un universo perdido donde los gatos cazan a la gente como si fueran ratones, o a una playa donde Lucifer hace cumplidos a Dios por la belleza de sus atardeceres. Estas son escenas que difícilmente se olvidan.

Sandman es un comic atípico. Acaba, y además acaba con la muerte del protagonista. Un protagonista que es orgulloso, pretencioso, insensible, irritante… Pero que nos enamora a lo largo de la historia hasta el punto de hacernos llorar cuando desaparece.

Basándose en todas las mitologías existentes, Neil Gaiman crea una propia. Una mitología con seres superiores a los dioses, que están antes y que estarán después de cualquier religión, de cualquier galaxia. Y estos seres son más ruines que cualquier ser humano, acumulan rencor a lo largo de milenios y tratan de zancadillearse todo lo que pueden.

Encontramos referencias de libros de todas las épocas. Desde obras del Imperio Romano hasta comics de los 80, pasando por la Biblia, Shakespeare, Moby Dick y otras decenas de obras conocidas y no tanto. Hemos visto miles de símbolos, y hemos dejado escapar otros tantos. Hemos visto influencia de películas, referencias musicales, citas de poemas… Nos hemos dejado impregnar por el arte en todas sus esferas.

Es una historia llena de diálogos geniales, de terror, de humor y de drama conjugados. Trata sobre los sueños y las historias, sobre los principios y los finales, sobre la vida y la muerte, sobre los poderosos, sobre los seres humanos.

Por si no ha quedado claro, soy una enamorada sin remedio. Dave McKean me atrajo con sus impactantes portadas. Charles Vess me embrujó con sus ilustraciones para las historias de Shakespeare. Michael Zulli me remató en el tomo 9 con los dibujos a lápiz, con esos trazos tan poco definidos.
Poco más puedo decir. Leed Sandman, que además Planeta parece que va a reeditarlo en absolut (ahora lo está sacando en números mensuales).

9 comentarios:

Edu dijo...

Yo me enganché tanto a Sandman que doy gracias de poder haberlo leído del tirón, si llego a tener que esperar 10 años a que terminen, me corto las venas.

El "metamito" que crea Gaiman es a la vez tan increíble y tan familiar que no puede dejar indiferente a nadie.

Creo que es la mejor recomendación que me han hecho.

KontraGaspy dijo...

Buenas Jael.
K guay, yo ando un poco perdido aun por estos mundos informaticos pero me voy haciendo...jejje
Un saludo grande. Da recuerdos a Arantxi!!

Salud y Consumo.

El Autor dijo...

salud! lindo blog

Anónimo dijo...

Estoy contigo. Sandman hace tiempo que es un clásico y merece la pena ser leído. La sensación que yo tenía al leerlo es que podía suceder cualquier cosa.

Un besete, nena, a ver si puedo pegarte un toque un día, que vuelvo a ir de culo again ¬¬

Tigri :*

Jael H.G. dijo...

Edu, es que si no lo hubieras leído antes de conocernos te lo hubiera inyectado en vena ;)
Saludos, Gaspy, bienvenido por aquí.
Gracias, Mariano.
Tigri, es que cualquier cosa podía pasar. Nada me ha gustado tanto, hasta Fábulas, que es muchas Fábulas ;)****

Ana B. Belon dijo...

Hola guapaaaa! He llegado a este blog tuyo (pero cuántos tienes???!!! jajajaja!) por el link en aNobii sobre Sadman. Tomo nota, para mi lista de deseos, pero me temo que hasta que sea persona otra vez habrá que esperarrrr, grrrr... (estoy de exámenes, es algo que no se acaba nunca!).
Pero en cuanto termine, y suponiendo que siga viva para entonces, of course, (allá por mediados de junio), que sepas que ya tengo a dos amigas con sus respectivos instalados en Zeviya, así que tengo alojamiento, con lo cual... (música de la peli "Tiburón" precediendo mi frase)... no te librarás de una visita!!! A ver si cumplo de una maldita vez y nos tomamos un té en un sitio muy chulo que recuerdo, no muy lejos de la catedral.
Un besote, y sigue haciendo buenas recomendaciones, que esta pequeña saltamontes toma nota de todas!

Anónimo dijo...

cooomooo moolaaa

Anónimo dijo...

Podrías avisar que tenías un (éste) blog. xD
Me buscaré y leeré Sandman para poder opinar.
POr cierto, yo también he llegado por aNobii.

Jael dijo...

Pero, pero, pero... ¡Si lo he tenido un año en el perfil del ciudadelas y del anobii! xDDD Anda que... Bueno, ya que estáis aquí, sentaos y comentad ;)

*sirve unas copas